Traducido del inMotion – Special Problems and Needs of Older Amputees
La vida cotidiana puede cambiar a medida que una persona envejece. Las tareas que antes resultaban fáciles, tales como hablar, caminar, conducir, cocinar o recordar información, pueden tornarse difíciles. A las personas con discapacidades envejecer puede resultarles muy difícil.
La mayoría de las personas mayores con amputaciones tienen más de 65 años, y muchas de ellas han perdido extremidades a causa de afecciones como la diabetes o la enfermedad vascular, que afectan a las personas mayores con mayor frecuencia que a las más jóvenes. Padecer una discapacidad tal vez haga que esos años sean un tanto más difíciles.
Problemas económicos
Los problemas económicos afectan a muchas personas mayores en los Estados Unidos. Más del 10 por ciento de los ciudadanos mayores viven por debajo del nivel de pobreza federal. Asimismo, los ahorros para la jubilación podrían disminuir debido al mercado bursátil. Las personas que viven con ingresos fijos luchan con costos imprevistos, como una cirugía de amputación, una prótesis o rehabilitación. La falta de una cobertura de seguros total es la responsable de diversos costos económicos. A menudo, las personas mayores son las que necesitan recibir más atención médica, y estos costos están incrementando. El estrés económico puede conllevar otros problemas.
- Las personas mayores utilizan tarjetas de crédito más a menudo y con menos cuidado que los adultos de entre 18 y 34 años.
- En ocasiones, las personas mayores que hacen un gran esfuerzo por ganar dinero se sienten más desesperadas, y es posible que estafadores o timadores se aprovechen de su situación.
- Una vez que las personas mayores obtienen el alta del hospital, los problemas de dinero dificultan su recuperación.
Soledad
Las personas mayores pueden sentirse solas por muchos motivos, como puede ser el fallecimiento de un cónyuge. Otras podrían no tener familia o amigos cerca. Los estudios demuestran que una persona cuya vista o audición ha disminuido puede sentirse sola puesto que no puede participar en conversaciones y en la vida cotidiana tan fácilmente. Otras investigaciones demuestran que cuando las personas se sienten solas tienden a:
- pensar que no gozan de buena salud;
- deprimirse;
- visitar al médico más a menudo
Audición y vista
A medida que las personas envejecen, pueden sufrir una disminución de la audición y la vista. Como se mencionó anteriormente, esto puede causar problemas de soledad. Asimismo, puede ocasionar problemas médicos graves.
Los problemas auditivos dificultan la recepción de instrucciones que imparten los trabajadores de la salud. Si los médicos y enfermeros no son claros, no hablan en un tono de voz suficientemente alto o no escriben los detalles importantes, esto puede dar lugar a que se pierda información importante para la salud. No todas las personas mayores cuentan con un cuidador que pueda hacer las veces de “oídos” cuando padecen deficiencia auditiva.
Los problemas de la vista pueden incluir desde visión borrosa hasta ceguera total. Las personas con diabetes corren un mayor riesgo de padecer problemas visuales. Las personas mayores con disminución de la vista tal vez no puedan leer las letras pequeñas de los prospectos y los productos de venta sin receta. Los anteojos con aumento pueden ser de gran ayuda, y los farmacéuticos podrían imprimir los prospectos en letras más grandes. De otro modo, los trabajadores de la salud y cuidadores deberán leer la información del medicamento.
Múltiples medicamentos
Un problema común de las personas mayores y de muchas personas con discapacidades es la polifarmacia (utilizar más de un medicamento a la vez). Cuantos más medicamentos tome una persona, mayor será el riesgo de padecer un problema relacionado con la medicación. Puede resultar difícil surtir todas las recetas, especialmente durante los fines de semana y las vacaciones. También es posible que sea difícil controlar los medicamentos recetados por más de un médico. Los cuidadores deben realizar preguntas acerca de cada medicamento, como por ejemplo:
- ¿Es realmente necesario este medicamento?
- ¿Causará algún problema el medicamento para otras condiciones médicas?
- ¿Se recetó la dosis adecuada del medicamento?
- ¿Interactúa el medicamento con otros medicamentos?
- ¿Puede tomarse el medicamento de manera adecuada, teniendo en cuenta las circunstancias específicas del paciente?
Falta de apoyo
El apoyo puede provenir de la familia, los vecinos, los miembros de la iglesia, los voluntarios y los cuidadores contratados. Desgraciadamente, la cantidad y la calidad de los servicios de apoyo para las personas mayores no son iguales para todos. No obstante, incluso una sólida red de apoyo social se complementa con la ayuda que recibe de los programas de la comunidad y el gobierno. A continuación, se mencionan algunos tipos de programas:
- Comidas sobre ruedas (Meals on Wheels): este programa está organizado por voluntarios, y su objetivo es proporcionar comidas calientes a personas con alguna discapacidad física que les impide prepararse las comidas y que no cuentan con ninguna persona que les cocine.
- Visitas agradables (Friendly Visiting): los voluntarios llamarán o visitarán a las personas en sus hogares. Uno de los beneficios de este programa es que permite forjar amistades, lo que ayuda a evitar la soledad; pero, tal vez más importante aún, un visitante agradable puede identificar las necesidades de las personas y avisar a aquellos que pueden ayudarles.
- Centros de asistencia diurna para adultos: estos centros son un lugar conveniente para que las personas mayores salgan de sus casas y se relacionen con los demás. Pueden proporcionar estímulos mentales y físicos, y darles un descanso a los cuidadores.
Falta de movilidad física y transporte
A medida que las personas envejecen, pierden densidad ósea, masa muscular y fuerza. Esto puede causar problemas de equilibrio, lo que explica por qué muchas personas mayores se caen y lesionan. Los amputados saben que el equilibrio es muy importante para evitar lesiones. Las personas con prótesis de extremidades inferiores deben ejercitar más que las demás para poder caminar y pararse sin caerse. Los que usan sillas de ruedas también luchan por moverse dentro de la casa y en lugares públicos. Puede ser difícil ingresar por algunas entradas, maniobrar en el cubículo de un baño público o encontrar rampas en lugar de escaleras. Las personas que no cuentan con sillas de ruedas eléctricas saben lo agotador que puede ser utilizar los brazos para girar las ruedas. Debido a estas barreras, las personas mayores con discapacidades físicas tienden a permanecer más en sus hogares.
Dos tercios de las personas mayores que dejan de conducir afirman que lo hacen dado que tienen problemas físicos. Una vez que las personas mayores dejan de conducir, pueden volverse muy dependientes de otras personas. Si no reciben apoyo, pueden aislarse de los amigos, los servicios sociales y sus comunidades. A pesar de que puede resultarles más difícil movilizarse, es importante que sí dejen de conducir si constituyen un peligro. Las personas mayores tienen las tasas más elevadas de muerte en accidentes automovilísticos por milla de todos los conductores, a excepción de los adolescentes. Si la familia y los amigos no pueden llevarles en automóvil, entonces deberán contar con los servicios de escolta y el transporte público.
Piel envejecida
Es normal que la piel envejezca. A medida que las personas envejecen, la piel se vuelve más delgada. Para las personas mayores con amputaciones puede ser más difícil mantener una piel saludable cuando está en contacto frecuente con una prótesis. Las excoriaciones pueden incluir ampollas, sarpullidos y desgarros, que pueden transformarse en heridas.
Cuando aparece una llaga en la piel envejecida a causa de una prótesis, la cicatrización puede llevar mucho tiempo. La piel envejecida contiene menos humedad y colágeno, los cuales ayudan a curar las heridas. Con todos los problemas que enfrentan los amputados, es muy importante que las personas trabajen en conjunto con sus familias y cuidadores para obtener atención médica y servicios de apoyo adecuados. Las personas mayores pueden seguir algunas pautas para mejorar su calidad de vida, como mantener una dieta saludable y realizar actividad física. No obstante, esto no será suficiente si las personas mayores que necesitan ayuda no la reciben a tiempo.